Reseñas

zoharom

A la manera de los grandes maestros del pasado

Un realismo científico, en el sentido de que cada imagen está desarrollada según esquemas geométricos, a la manera de los grandes maestros del pasado. La sección áurea juega un rol determinante; sobre esta vía se desarrolla la pintura del artista chileno Valdovinos. Una representación exacta de la realidad, guiada por la preparación técnica que es sin duda excelente. Valdovinos ama enriquecer una y otra vez las imágenes con detalles simbólicos que provienen de profundos estudios , una veta todavía no explotada capaz de mágicas sugerencias; y más significativamente éstas se liberan en los espacios dejados en blanco de la geometría y dan la sensación al pintor de poder manifestarse en una realidad particular; la realidad de Valdovinos sin duda, quiere ser mágica.

Estilísticamente invadido de sugerencias de una cierta pintura realista española, el artista va desarrollando aquellas "certezas" en el contacto con los modelos que la realidad europea le ofrece día tras día.

Tomasso Paloscia
Italia

Da Vinci no está muy lejos de Valdovinos

Los ojos de mirada directa y escrutadora, son motivo de cuidadoso estudio en estos cuadros. Son ojos mentales: Da Vinci no está muy lejos de Valdovinos. El chileno y artista en el sentido literal de la definición, es una sorpresa y punto aparte, en lo habitual de las muestras en Madrid; entre tanto barullo de procedimientos, temáticas y repeticiones.

El estilo de trabajo es de cristal; con menos no se puede decir más.

Elena Flores
España

Lleno de lírica maestría

El aporte al realismo contemporáneo del artista chileno Valdovinos, discurre por dos cauces diferentes que, en cierto modo, se integran la pintura y el dibujo y evidencia la fidelidad a dos tendencias, que nunca llegan a ser para él motivo de contradicción el realismo mágico fantástico y el realismo simbólico.

La teoría del símbolo, en la pintura y en el dibujo de Valdovinos, está caracterizada por una esencial sobriedad, la imagen se convierte en buscadora de un sentido profundo de las realidades y sus contextos y como un aluvión, que descendiera sobre sus óleos y sus sanguinas, acude a incorporarse al lugar que incluso algunas veces parece ya determinado.

El símbolo es a la vez nuevo y antiguo, europeo y americano, estudiado y analizado en los maestros de la pintura o intuido en la soledad y el silencio de la geografía americana.

El joven artista gana para el espectador un mayor interés, cuando ofrece su precisión sin preciosismo, su rigor de la forma y el color, exento de actitudes rigoristas, su postura ejemplar en el cultivo de un realismo personal definido y lleno de lírica maestría.

Raúl Chavarri
España